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Pocos lugares en el mundo cuentan con la riqueza natural y cultural de la que presume este estado, ubicado en una zona desértica con cordilleras montañosas en la Península de Baja California, franja terrestre que separa el Mar de Cortés del Océano Pacífico.

Una intensa actividad turística, cultural y comercial tiene lugar en playas que ofrecen espectáculos naturales excepcionales, como la llegada de ballenas grises y tiburones blancos a sus costas color azul intenso. Asimismo, destaca la existencia de reservas naturales que albergan una gran cantidad de especies endémicas, provenientes de los litorales, la sierra y el desierto.

Además de disfrutar las olas, los visitantes pueden recorrer los cinco municipios del estado, que resultan de gran atractivo gracias a su variada gastronomía local e internacional, la producción de cervezas y vinos mexicanos, las actividades de aventura –como el ciclismo de montaña y el surf-  que pueden realizarse en sus complicados paisajes, y las 18 misiones jesuitas, franciscanas y dominicas que se erigieron como resultado de la evangelización colonial.

Tijuana y Mexicali, la capital del estado, están situados en la frontera norte del país, lo que las ha convertido en ciudades favoritas de quienes gustan de ir de compras después de un día de sol.

Por su parte, los municipios de Ensenada, Tecate y Rosarito son puertas de entrada a una gran tradición. En ellos, el turista puede recrearse en playas, serranías y dunas, ya sea realizando deportes extremos, observando aves, admirando la arquitectura o viajando en tren.

En Baja California también pueden visitarse cuevas cuyas rocas y murales contienen pinturas rupestres, mismas que dan cuenta de las actividades artísticas de los primeros grupos humanos que poblaron la región.

Este estado cumple las expectativas de los turistas que buscan lujo, pero también de los que desean pasar unos días encantadores sin gastar demasiado. Aloja en sus tierras a los complejos hoteleros más exclusivos, pero también a los espacios naturales más maravillosos para acampar. 

Tradición, hospitalidad, tranquilidad y entretenimiento:sobran razones para conocer de primera mano el patrimonio que encierra el norte de la Península de Baja California